La Alameda Central recibe su nombre por la gran cantidad de álamos que fueron plantados en el siglo XVI, durante el mandato del Virrey Luis de Velasco. En sus pasillos se encuentran numerosas estatuas de bronce y mármol que fueron colocándose a través de los años. Se ubica muy cerca de la Catedral Metropolitana y del Templo Mayor.
La fuente central fue construida en los tiempos del Virrey Carlos Francisco de Croix, aproximadamente en 1770.
La alameda alberga además el Hemiciclo a Benito Juárez, un monumento elaborado en mármol de carrara, Italia, con columnas dóricas.
Este parque ha sufrido muchas modificaciones a través de sus cinco siglo de existencia, afortunadamente se ha expandido, en lugar de reducirse, como comúnmente sucede con los grandes espacios abiertos.
En sus pasillos y jardines es común ver la población disfrutar de un día al aire libre, mientras compran algunas de las golosinas que ofertan los vendedores ambulantes. También encontramos a los cada vez más escasos organilleros, personajes que van cargando una caja de música que piden un donativo.
Palacio de Bellas Artes
En la parte oriente de la Alameda se ubica el Palacio de Bellas Artes, mandado a construir por Porfirio Díaz. Es sin duda el edificio más hermoso de todo el centro histórico. Fue proyectado en 1905 como el Teatro Nacional. Fue diseñado por el arquitecto italiano Adamo Boari, quien lo concibió como un edificio novedoso con armazón de acero. Incorporó elementos neoclásicos y art noveau, junto con detalles decorativos precolombinos.
El exterior se revisitó con mármol italiano y las cúpulas con azulejos. La Cúpula central está coronada por un águila mexicana a la que rodean figuras representativas de las artes dramáticas.
Las obras de su construcción fueron interrumpidas por el inicio de la revolución y la renuncia de Porfirio Díaz. Fueron concluidas por Federico Mariscal en el año de 1934, que le imprimió en los interiores un estilo Art Decó, con formas geométricas de mármol y una iluminación muy llamativa.
El mosaico de más de un millón de cristales de Tiffany
El telón del teatro es un mosaico de cristal, obra del Taller Tiffany de Nueva York. Toda una obra de arte conformada por más de un millón de cristales que forman la imagen del valle de México, con los volcanes al fondo, basado en un diseño del artista Gerardo Murillo, conocido también como el Dr. Atl.
En la segunda planta hay dos murales de Rufino Tamayo, artista oaxaqueño que ha alcanzado fama mundial, y que fueron pintados entre 1952 y 1953.
La tercer planta alberga piezas maestras de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, considerados los tras más grandes muralistas de México.
Los museos alrededor de La Alameda
Alrededor de La Alameda Central se encuentran varios museos, como el Museo Franz Mayer que cuenta con una colección de artes aplicadas más amplias de México. Fue reunida por el financiero y coleccionista de arte alemán Franz Mayer. Está instalada en un edificio de dos plantas del siglo XVI que durante casi toda su existencia sirvió de hospital.
El museo incluye el patio más hermoso de todo el centro histórico, con una fuente central y grandes árboles que le dan sombra.
El museo Nacional de la Estampa, con la historia del grabado, desde los tiempos precolombinos hasta el presente. Aquí se exhibe la obra del mejor grabador de México, José Guadalupe Posada, autor de La Calavera Catrina.
Hay una sala que exhibe las diferentes técnicas de grabado utilizadas por artistas de todas las épocas.
Museo Mural Diego Rivera
Diego Rivera a mediados del siglo XX, pintó un mural llamado “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”. Fue elaborado para el comedor de en aquel entonces Hotel El Prado, combinado la historia de México con los sueños de sus protagonistas y del propio Rivera. Esta obra se exhibe en el hoy Museo Mural Diego Rivera, en la esquina de las calles Colón y Solidaridad.
El Laboratorio de Arte Alameda es un museo de arte contemporáneo situado en el Antiguo Convento de San Diego, del siglo XVI. Muestra trabajos de artistas mexicanos e internacionales centrándose en eventos interdisciplinarios y exhibiciones temporales.
Museo Memoria y Tolerancia
Al sur de La Alameda, casi frente al Hemiciclo a Juárez, se encuentra el Museo Memoria y Tolerancia. Cuenta con colecciones de los principales eventos catastróficos de la humanidad, como el holocausto, el genocidio armenio o la represión de Ruanda en 1994.
Cuenta además con exposiciones sobre tolerancia, derechos humanos, estereotipos y una exhibición de los grandes humanistas, haciendo énfasis en una cultura de paz y no violencia.
La torre latinoamericana a unos pasos de La Alameda
La torre latinoamericana sobresale de todos los edificios que rodean a La Alameda, con sus 180 metros y 45 pisos. En la parte alta existe un mirador desde donde se puede ver toda la ciudad de México. Fue construida en los años 50s y ha sobrevivido a varios terremotos, gracias a su sistema de pilotes que están anclados a suelo firme, a más de 40 metros bajo el nivel del piso.
El Palacio de Minería, el Palacio de Iturbide, el Museo del Ejército y el edificio de Correos, son otras construcciones cercanas a La Alameda que bien valen una visita.
Para desayunar o comer, existen muchos restaurantes en los alrededores, destacando el Sanborns de los Azulejos, que brinda servicio desde principios del siglo XX, un lugar icónico ubicado en la calle Madero, antes llamada De Los Plateros. Es llamado así porque toda su fachada está revestida de azulejos de talavera poblana.
El Restaurante Bar La Ópera también es un sitio icónico, ubicado en la calle 5 de mayo. La leyenda cuenta que Pancho Villa disparó una bala que se alojó en el techo, el agujero de esa bala aún existe.