Cuando los aztecas salieron del mítico Aztlán, lo hicieron buscando la tierra prometida por sus dioses. Esa tierra la identificarían cuando vieran un águila devorando una serpiente sobre un nopal.
Durante más de 200 años peregrinaron por el altiplano mexicano, hasta que en el siglo XIII vieron en un islote la señal del águila.
Ahí empezaron la construcción de su imperio, el cual se caracterizó por varias cosas. Primero, porque poco a poco le fueron ganado terreno al lago de Texcoco para ampliar su ciudad. Segundo, por los grandes templos y palacios que construyeron.
La Construcción de El Templo Mayor
El primer templo fue construido alrededor de 1325, según algunos códices aztecas. Fue ampliado varias veces durante los dos siglos siguientes.
Los adoratorios gemelos de la cima de El Templo Mayor, estaban dedicados a Huitzilopochtli, Dios de la Guerra, y a Tláloc, Dios de la lluvia.
La historia azteca nos cuenta que para aplacar la ira de ambos Dioses, se realizaban sacrificios humanos frecuentemente.
Fue en los años ochenta del siglo XX, cuando unos trabajadores descubrieron por accidente el monolito de tres metros de diámetro de Coyolxauhqui. Esto dio pie a que se realizaran excavaciones en el lugar, rescatando la actual zona arqueológica en pleno centro de la ciudad.
Labrada en la piedra se ve la cabeza, tronco y extremidades de la diosa azteca. Según la leyenda, descuartizó a su hermano Huitzilopochtli, por haber matado a la madre de ambos, Coatlicue.
Esta gran piedra la podemos observar hoy en el Museo de sitio que fue edificado, junto a los restos del gran templo que durante varios años fueron rescatando.
Los sacrificios humanos
El templo muestra las sucesivas pirámides que, una sobre otra, se fueron levantando en el lugar. Se pueden ver las escaleras por donde eran arrojados los cadáveres de las víctimas, que eran atadas boca arriba sobre un gran bloque de piedra volcánica y luego sacrificados con un cuchillo de obsidiana.
También se puede observar una estatua de Chaac Mool. Así como dos cabezas de serpiente al pie de la escalinata, que nos indican que el templo fue construido a modo de recreación de Coatepec. El llamado monte de la serpiente, un lugar sagrado en la mitología azteca.
El Templo Mayor se ubica en el costado norte del Palacio Nacional y el Zócalo de la Ciudad de México, a unos metros de la Catedral Metropolitana.