La Ciudad de Tlaxcala de Xicoténcatl fue fundada en el Siglo XVI. Con la llegada de los frailes franciscanos, los indígenas tlaxcaltecas de Ocotelulco, Tizatlán, Tepecticpa y Quiahuiztlán, bajaron de los cerros para vivir en las inmediaciones del río Zahua. Ese lugar era conocido como las “tierras de los chalchiguites” o “lugar de las piedras verdes”.
La Alianza de los tlaxcaltecas con los españoles para derrotar a los aztecas les dio a los naturales de Tlaxcala una gran ventaja, pues los españoles hicieron la traza de la ciudad, pero el asentamiento era una “ciudad de indios”. Es decir que era gobernada por sus caciques en conjunto con autoridades españolas, compartiendo ambos los espacios arquitectónicos que se fueron edificando.
La Catedral de Tlaxcala de Xicoténcatl
En 1525, el Papa Clemente VII, ordenó que se erigiera en la ciudad de la Tlaxcala en la Nueva España, su iglesia catedral. Hoy podemos visitarla y admirar la arquitectura de su fachada de diseño renacentista, así como el atrio de lo que fue el antiguo convento franciscano, que tiene una vista hermosa de la ciudad, pues está en lo alto.
Carlos V concedió el 22 de abril de 1535 el escudo de Armas y el título de leal ciudad, a petición de nobles indígenas. Y en 1563 un Cédula Real de Felipe II que amparó a Tlaxcala contra el sistema de encomienda.
La ciudad de Tlaxcala nos muestra en cada rincón esa herencia española, en cada uno de los recorridos. La Plaza de la Constitución, el punto central de la traza cuadrangular de la ciudad, está flanqueada por edificios como el Palacio de Gobierno, con coloridos murales que muestran la historia del lugar, el Palacio de Justicia o el Museo de Arte de Tlaxcala, con obras de Frida Kalho.
También están los portales, con tiendas de artesanías, neverías y restaurantes.
En la Plaza de La Constitución, está una fuente octagonal de cantera, rematada en una cruz. Fue un regalo hecho por el Rey Felipe IV a Tlaxcala en 1646.
Recomendaciones para comer
Para comer, le recomendamos alguno de los varios restaurantes en las calles céntricas de la ciudad, que han adaptado casonas coloniales para ofrecer sus servicios. Como en El Mesón Taurino, donde se sirve comida típica tlaxcalteca, escamoles, chinicuiles, cortes, etc., todo con un exquisito toque y buena porción además de un excelente servicio.
Otro restaurante recomendable, es La Casona de Tlaxcala. Un lugar amplio y agradable, ambientado en un patio con temática taurina, ideal para degustar platos típicos, con buen sabor y porciones abundantes.
Al estar en estos lugares se siente transportado en el tiempo.
