El monasterio de San Agustín Acolman es uno de los más antiguos en México. Fue fundado por la orden agustina, que llegó de España para convertir a los indígenas del lugar al catolicismo.
En el año de 1538 inició su construcción.
Cuenta con un monumental atrio, una plaza donde los indígenas se congregaban para escuchar las prédicas de la nueva religión, pues al no estar bautizados, no se les permitía el ingreso al templo. Por ello se crearon las llamadas capillas abiertas o capillas de indios.
El edificio de antiguo monasterio hoy alberga pinturas y esculturas coloniales en un museo, que empezó a funcionar en 1920. Luego de que se rescató de varias inundaciones que habían azolvado la planta baja del antiguo convento y que permaneció muchos años con este problema. Las inundaciones fueron provocadas por el desbordamiento del lago de Texcoco y de la Presa del Rey.
El antiguo convento presenta en su arquitectura el trazado típico de los primeros monasterios novohispanos, con grandes murallas de estilo militar.
La apariencia intimidatoria del monasterio, queda atenuada por la bella fachada, de estilo plateresco, con columnas renacentistas, jambas profusamente decoradas y una ventana en el cuerpo superior que repite las formas de la fachada. Está considerada como la joya del plateresco en América, por especialistas en historia del arte.
Interior del Monasterio de San Agustín Acolman
En el interior de la nave, de 57 metros de longitud, sobresale el ábside. Con la bóveda gótica de abanico y bellas pinturas al fresco.
El Convento cuenta con dos claustros que muestra distintos tipos de arquitectura,
Se pueden visitar ambos claustros, así como una celda ambientada que nos da una idea de cómo se vivía en los monasterios de la época. La terraza con la tina de baño y otras áreas donde seguramente se impartían clases de gramática y oficios y la capilla abierta dedicada a Santa Catalina de Alejandría con pintura mural del siglo XVI.
Además en el atrio se encuentra una de las capillas posas rescatadas y la cruz atrial, elaborada en cantera y labrada de estilo tequitqui, un trabajo sobre los símbolos pasionarios de gran belleza.
La visita al museo tiene un costo de 55 pesos (2021) y está abierta al público de lunes a domingo de 9 a 5 de la tarde.
Para llegar a San Agustín Acolman, Estado de México, debe tomarse la Autopista Pirámides – Texcoco. Lo encontrará 38 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México, pocos kilómetros antes de llegar a la zona arqueológica de Teotihuacán.