Disfrutar de la gastronomía de Veracruz es dar un paseo por la historia de México.
Veracruz es uno de los más hermosos puertos en México. Puerta de entrada durante siglos a los viajeros europeos y cuatro veces bombardeada por naciones invasoras (españoles, franceses y estadounidenses, dos veces).
Para conocer un poco más, basta darse un paseo a pie por el malecón y admirar los grandes barcos que llegan y salen, llenos de mercaderías para el viejo continente. Ahí justo en el malecón, empieza nuestro paseo culinario por Veracruz.
El gran Café la Parroquia es uno de los emblemas de Veracruz, ahí se sirven los famosos lecheros. Un café al que le sirven la leche hirviendo a una distancia de aproximadamente un metro, es un espectáculo visual. Ahí puede acompañar su lechero con una canilla (pan dulce), una micha (bolillo) con frijoles o el famoso platillo volador (sándwich de jamón y queso). No olvide pedir su lechero chocando su cuchara contra el vaso de cristal.
Otros sitios donde se pueden desayunar delicias culinarias veracruzanas, son el restaurante El Farolito, el Grijalbo, el Mercado Zaragoza, el bufet del antiguo Torremar o Las Brisas, un restaurante jarocho en Boca del Río, que es también un museo.
Para quien le gustan los aperitivos callejeros, en Veracruz son famosos los volovanes, una especie de empanada. Y si está disfrutando de la playa, existe un extenso menú de pescados y mariscos a su disposición. Como el pescado a la veracruzana cuya salsa le da un toque de sabor muy especial, un buen cóctel de camarones, sopa de mariscos, pescado frito, camarones al coco, un delicioso vuelve a la vida o unos ostiones a la diabla, por mencionar algunos de los platillos que se pueden degustar en las playas de Veracruz.
La gastronomía de Veracruz en Mandinga
La laguna de mandinga es el lugar perfecto para degustar un exquisito arroz a la tumbada. Un guiso con arroz y mariscos con caldo, muy sabroso. Hay dos versiones del origen de su nombre. El primero refiere que se debe “tumbar” sacar del fuego rápidmente, para que quede en su punto exacto de cocción. El otro refiere a que un pescador cocinó arroz a con mariscos para sus compañeros. El arroz le quedó caldoso y sus compañeros le reclamaron, él les contestó “es que lo hice a la tumbada”, (de forma rápida).
Te recomendamos:
El Tajín, la ciudad totonaca del trueno en Veracruz
El Acuario de Veracruz
Y para el postre, qué le parece una deliciosa nieve, en las nieves del malecón, mejor conocidas como las del güero, güera.
Al atardecer puede disfrutar de una deliciosa cerveza fría en los portales de Veracruz, uno de los sitios más emblemáticos del Puerto, con espectáculos callejeros como bailables típicos con hermosas mujeres vestidas de blanco y delantal negro bordado de flores de colores. Y los apuestos caballeros con su sombrero de palma tejida y su impecable atuendo blanco, complementado con un paliacate rojo al cuello.
Al anochecer puede visitar el buque Guanajuato, anclado en el pueblo de Boca del Río, que tiene un restaurante–bar a bordo, para pasar el rato. Le recomendamos las micheladas, una delicia.
Todo el tiempo, en todos los lugares, el espíritu festivo del jarocho se manifiesta con la música y los bailes que puede encontrar en cualquier esquina, sin duda una gran experiencia durante su viaje por la gastronomía de Veracruz.
