Llevar Hidalgo en la piel, es uno de los slogans turísticos más recordados, pues efectivamente, al visitar este estado, se quedan impregnadas en la piel todas las emociones y sensaciones que se viven en este lugar.
Pachuca, la capital de Hidalgo
Hidalgo tiene sus raíces en la minería que desde tiempos virreinales se practica en la región. Fue aquí que se utilizó por vez primera en México el proceso de amalgamación para la obtención de plata. Los mineros que llegaron de Inglaterra en el siglo XIX, trajeron a Pachuca la práctica de un naciente deporte: el futbol. Es por ello que se considera a Pachuca como la cuna del futbol mexicano. Y este deporte ha trascendido en las últimas décadas, pues en Pachuca se encuentra el Salón de la Fama del Futbol Internacional y el Museo del Futbol.
Visitando el centro histórico, nos podemos encontrar con el tradicional reloj monumental. Construido para conmemorar el centenario de la independencia de México en la era porfiriana, con una bella base de cantera. También otros edificios característicos como la Casa del Conde de Rule, el Hospital de San Juan de Dios, el convento de San Francisco o la Basílica menor de Nuestra Señora de Guadalupe, con arquitectura colonial impresionante.
El Ex-Convento de San Francisco alberga al Centro Cultural Cuartel del Arte. Cuenta con una galería de arte, la Fototeca Nacional y una iglesia barroca. El Museo de Minería es el mejor lugar para conocer la historia minera de la región hidalguense.
Nuestra caminata en el centro histórico se realiza entre calles inclinadas y estrechas. Todo ello mientras disfrutamos de un delicioso paste, que es una especie de empanada en forma de media luna, rellena con algún guisado como pollo en mole, carne de res, frijoles, papas o rajas. O bien algún dulce como la piña, para degustarlos como un postre.
El Parque Ecológico Cubitos también es un buen sito para dar una buena caminata o practicar ejercicio.
Real del Monte, pueblo mágico
El pueblo mágico de Real del Monte, uno de los seis pueblo mágicos con los que cuenta Hidalgo. Es un típico pueblo minero, con sus calles empedradas y empinadas que se integran con el panorama de la montaña, con sus fachadas pintadas de forma uniforme. No deje de visitar el mercado y el monumento al minero, o alguno de los museos como el Museo Casa Grande de Real del Monte o el Museo de Medicina Laboral. El paso en el autobús turístico para conocer la historia local es muy recomendable.
Hidalgo también cuenta con una de las zonas arqueológicas más conocidas en México: Tula, con estatuas de más de 4 metros llamadas atlantes.
