El estado de Morelos cuenta con una ubicación privilegiada, a tan sólo una hora de la capital del País. Cuenta con un clima templado durante todo el año, lo que permite que Cuernavaca, su ciudad capital, sea la ciudad con más albercas del País, y la segunda del mundo, solo detrás de Miami, Florida.
Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera
Cuernavaca, la capital, es una de las pocas ciudades que no respetaron la tradicional arquitectura colonial. Esta arquitectura ubica en cada uno de los cuatro costados de las plazas principales, a los símbolos del poder, como la iglesia, el gobierno, el mercado y las casas de los más adinerados. Aquí la Catedral se ubica a unos trescientos metros al poniente del centro de la ciudad. Se dice que fue por órdenes de Hernán Cortés que no le gustó que la iglesia quedara frente a su impresionante casa, hoy conocida como el Palacio de Cortés. La edificación civil de esas proporciones, más antigua del continente.
Tepoztlán es un pueblo mágico que cuenta entre sus mayores atractivos, la zona arqueológica de El Tepozteco, ubicado en el cerro del mismo nombre. Para llegar se debe realizar una caminata de alrededor de una hora subiendo por las escarpadas paredes del cerro. Al llegar a la cima y conocer la pirámide, sabrá que ha valido la pena el esfuerzo, pues las vistas del valle de Tepoztlán son increíbles. En Tepoztlán está además, el convento de la Natividad, edificación del siglo XVI que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad. Las calles empedradas del pueblo, invitan a recorrerlo a pie, mientras disfruta de sus compras, o una deliciosa nieve de los dioses. Existen muchos restaurantes de comida mexicana e internacional además de poder comer algún antojito mexicano en el mercado.
La histórica Cuautla, Morelos
Otra de las ciudades que bien vale la pena una visita, es Cuautla, ubicada al oriente de Morelos, Cuautla ha sido el escenario de las dos más grandes gestas de nuestro país, la independencia, pues aquí fue sitiado el General José María Morelos y Pavón, del 19 de febrero a 2 de mayo de 1812, por el general español Calleja, quien no pudo vencer a Morelos, por lo que la llama libertaria siguió encendida para culminar con la Independencia de México una década más tarde.
Y la Revolución Mexicana, con Emiliano Zapata que inició su lucha por la tierra, durante la feria del segundo viernes de cuaresma en esta ciudad. Aquí Zapata se casó en la iglesia del Señor del Pueblo, conoció en persona a Madero, en la estación del tren y aquí están enterrados sus restos en la Plaza de la Revolución del Sur, luego de ser exhibido su cadáver en los corredores del Palacio Municipal.
Oaxtepec es sitio de recreo desde la época prehispánica, en este lugar se encuentran lo que fuera el balneario privado de los emperadores aztecas. Esta tradición perdura hasta nuestros días ahora con los balnearios Oaxtepec y Six Flags Hurricane Harbor que cuenta con las atracciones acuáticas más modernas.
Morelos es además depositario de 11 de los 14 conventos que en 1994 fueron inscritos en la lista de Patrimonio mundial por la UNESCO, que entre sus muros cuentan la historia de la conversión católica de los pueblos indígenas.
Tequesquitengo, donde la diversión nunca termina
Y para quienes les gusta diversión más extrema, Tequesquitengo es el sitio ideal para la práctica de deportes acuáticos como el esquí, el wakeborad, o un paseo en lancha o moto acuática. Y qué decir de los saltos tándem en paracaídas, un paseo en globo aerostático o visitar la zona arqueológica de Xochicalco desde el aire en un ultraligero.
No deje de visitar Yecapixtla con su convento para degustar una deliciosa cecina. O la zona de los Altos de Morelos y conocer el segundo pueblo mágico del estado: Tlayacapan. Con su imponente Convento y visitar el Centro Cultural de la Cerería. Mientras adquiere algún recuerdo de su visita, como ollas de barro, muebles de hierro y madera o figuras cristal en alguna de las múltiples tiendas de artesanías del pueblo. Morelos ofrece un gran abanico de opciones para todos los gustos y edades.
