Izamal fue una población maya fundada hacia el año 300 después de Cristo. La aldea primitiva fue creciendo hasta convertirse en una influyente ciudad-estado y por el año 800 después de Cristo, gobernaba ya toda la región.
La moderna Izamal es una fascinante combinación de vestigios mayas y edificios virreinales. Quedan de pie unas unas 20 estructuras mayas del periodo clásico, el mismo periodo donde floreció Chichén Itzá.
Entre las estructuras destaca la pirámide de K´nich K´ak Mo´o, una de las mayores de todo Yucatán, cuyo nombre viene del gobernante “Ojo solar de la guacamaya de fuego”.
A este lugar se le conoce como “Ciudad de los Cerros”, rememorando las pirámides cubiertas que se encontraban ahí a la llegada de los españoles. También le dicen “La Ciudad de las Tres Culturas” pues en ella se combinan rasgos de su pasado prehispánico, del período colonial y de la época actual.
El Convento de San Antonio de Padua
La importancia de Izamal había menguado cuando llegaron los españoles en el siglo XVI, pero aún conservaba la suficiente influencia religiosa para que los franciscanos construyeran el espectacular convento de San Antonio de Padua.
Con tal fin derribaron un templo maya y levantaron la iglesia sobre su enorme basamento, dándole una posición elevada; el vasto atrio está rodeado de claustros abiertos y contiene algunos frescos franciscanos antiguos.
La iglesia cobró mayor importancia cuando el Obispo Diego de Landa instaló en ella una imagen de la Virgen de la Inmaculada que había traído de Guatemala.
Inmediatamente los mayas le atribuyeron virtudes milagrosas y en 1949 la Virgen pasó a ser la Patrona de Yucatán.
Un pequeño museo conmemora la visita del Papa Juan Pablo II a Izamal en el año de 1993, el Año Internacional de los Pueblos Indígenas. En esa ocasión pidió a la Iglesia que apoyara a los indios mayas.
Izamal, la ciudad Amarilla
Junto a la Iglesia se abren dos plazas con pórticos donde, como si fueran calles aledañas, las fachadas de las casas coloniales están pintadas de un vivo color ocre, motivo por el cual Izamal se ganó el título de “La Ciudad Amarilla”.
En sus calles hay calesas tiradas por caballos que llevan al visitante por un recorrido por sus plazas, parques y sus históricos suburbios.
De noche, la ciudad ofrece una experiencia singular, al contemplar una estrellada bóveda celeste recortada por los perfiles de sus pirámides, templos y casonas coloniales.
Entre los atractivos que se pueden admirar en Izamal, se encuentran: El Convento de san Antonio de Padua, El Centro de Izamal, el edificio del Palacio Municipal y las pirámides mayas.
Mención aparte, merece el espectáculo de luz y sonido “La luz de los mayas”. Un espectáculo que se presenta en el incomparable escenario del atrio del convento franciscano de San Antonio de Padua.
Consiste en proyectar en los arcos, debajo de la espadaña de la Tercera Orden, cuatro ventanas que miran al pasado y presente del esplendor de la cultura maya.
Es una presentación que conjugando imagen, sonidos y narración transportan al espectador en el tiempo, hacia la antigua grandeza de los mayas.
Izamal se localiza a 72 km al oriente de la ciudad de Mérida.
